jueves, 26 de agosto de 2010
El lazarillo de Tormes
Este libro hace de su lectura toda una experiencia. Nuestro narrador en primera persona, Lázaro, es un personaje que se abre camino en la memoria. El lazarillo nos hace sonreir con su picardía, su astucia, su engaño y su mente traviesa, pero también nos hace lamentarnos de su mala fortuna y sus malaventuradas hazañas. Sus aventuras y peripecias nos introducen al género de la novela picaresca, donde sentimos al realismo social, a la ironía y a la parodia. Nos acerca a la realidad de la diferencia de clases, rompiendo con las héroes renacientistas y llevándonos a la miseria y, para sopresa del lector, también a la risa. Un tanto moralista, satírica, divertida, la novela de El lazarillo nos conmueve con la aparición del muy entrañable personaje pícaro.
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Muy buen encuadre de la novela, Cecilia. La frase que más me gustó es "llevándonos a la miseria y, para sorpresa del lector, también a la risa". Expresa muy bien esa mezcla de pena y burla que inspira el Lazarillo, en los terrenos tragicómicos que abrió la Celestina.
ResponderEliminarPersonajes similares los encontramos también en el Libro de Buen Amor, pero, ¿por qué en la literatura medieval provocan sólo risa y en El Lazarillo pena? ¿Qué crees que diferencia la narración del Lazarillo (osea, tipo de autor, relato, trama, tiempo) que la aleja de la literatura anterior y que permite esa comunión emocional con el lector?
Sergio Reyes
Sin duda rompe con las obras de la edad media, las novelas de caballería y las pastoriles, puesto que pasamos de la liteartura idealista y herórica a la realista y picaresca. Se oscurece la figura del héroe, se le reconoce su humanidad, y se comienza a hablar sobre las necesidades materiales que nos cunsumen, como el hambre. Cunado hemos escuchado a un heroe hablar de comida? Además, el lenguaje en primera persona, el énfasis en los niveles sociales, la miseria y las limitaciones que encierra la honra, el honor como tumba y la pobreza nos aleja de la liteatura anterior y nos acerca a una nueva generación de personajes pícaros y acercamiento a la realidad.
ResponderEliminar¿Sabes qué es lo curioso? Que una obra como El Lazarillo no acabó con el éxito de las novelas de caballerías, pastoriles o bizantinas (recuerda que Cervantes, medio siglo después, escribió, y muy en serio, la Galatea y Los trabajos de Persiles y Segismunda).
ResponderEliminarDe hecho, desde la publicación de El Lazarillo (1554) hasta la segunda novela picaresca, El Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán (1599), tuvo que pasar medio siglo.
¿Acaso no les emocionó tanto el Lazarillo como nos entusiasma ahora?; ¿el hecho de que la Inquisición lo incluyera en su índice de libros prohibidos apagó la posibilidad de su lectura?; ¿la obra era demasiado innovadora entonces para que pudiera ser asimilada con éxito?
El Lazarillo, desde su autor hasta su interpretación, sigue siendo un misterio. ¿Tú qué opinas?
Sergio Reyes
http://siglosdeoroudla.blogspot.com/
Yo opino que eso es algo que siempre pasa, en todas las épocas, los pensamientos de los escasos hombres que pueden adelantarse a la estructura mental general de la sociedad, empiezan por ser rechazados. Creo que es algo normal, cuando no entiendes algo te aburre y lo rechazas con cualquier pretexto que no exponga tu falta de erudición. También suele pasar que algo que atenta contra tus valores morales es algo que debes de rechazar, de lo contrario te crea un desequilibrio que no muchos pueden o quieren afrontar. Si el Lazarillo de Tormes sigue teniendo un misterio en su interpretación es que nos falta salir un poco más del pensamiento general.
ResponderEliminarYo no concuerdo tanto con la perspectiva de Ale, no siento que el lector sienta rechazo a la obra por un adelanto al pensamiento de la época; más bien voy por el lado de Ceci: la introducción del "pícaro" a la literatura universal, así mismo retomando un poco lo que dijo Ale, no es un adelanto del pensamiento del lector, sino más bien el hecho de que se escribe sobre un tema que no había sido explotado en la época.
ResponderEliminarMe quedé pensando en lo que dijo Carmen... en si se había tratado no el tema picaresco. Y bueno, en un primer momento pensé que la originalidad del Lazarillo es más bien la forma en que trató con un personaje que ya existía antes en la literatura, pero que solía cumplir un papel secundario o burlesco.
ResponderEliminarPero pensándolo bien el hecho de que ese personaje nunca fuera antes el protagonista de una obra literaria "culta" tal vez se deba a la relevancia que los mendigos, rufianes, asaltadores y pícaros empezaron a cobrar en el s. XVI, con el crecimiento de las ciudades. ayuda a imaginarlo el anacronismo de pensar que el s. XVI compartió con nuestra época actual el dilema social de la migración y los cordones de pobreza urbanos.
Cecilia, yo también creo que es una obra satírica, en lo personal me reí mucho, sobre todo cuando el lazarillo se toma el vino del ciego y cuando se roba el pan del clérigo.
ResponderEliminarComo ya les había comentado yo ya leí el Buscón y me encanto leer el lazarillo porque en el se encuentra el origen de muchos elementos importantes en el buscón y en toda la novela picaresca.
Andrea Rauch
en ralidad si es muy buena obra donde comparto tu idea que nos hace reir con su picardia, engaño y su mente.
ResponderEliminardebido que para mi es una manera para ver desde adentro como piensa, actua y se supera un picaro que la unica importancia que tenia en la vida era sobrevivir